Este río de nombre musical
llega a mi corazón por un camino
de arterias tibias y temblor de diástoles…
Él no tiene horizontes de Amazonas
Ni misterio de Nilos, pero acaso
ninguno le mejore el cielo limpio
ni la figura de su pie y su talle.
Suelto en la tierra azul… Con las estrellas
pastando en los potreros de la Noche…
¡Qué verde luz de los cocuyos hiende
y qué ondular de los cañaverales!
(Fragmento del poema Al Almendares, de Dulce Maria Loynaz)
Precioso poema que nos acercas.
Un saludo⚘
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